El libro Perón en Campaña, 35 meses para la toma del poder, se presentó en la Feria del Libro de Tandil el pasado 17 de agosto. La mesa, además de su autor José Rubén Sentís, estaba integrada por Agustín Rossi, que a partir de esta semana es el nuevo Jefe de Gabinete nacional, el periodista Héctor Lacovara y la historiadora Sara Ortelli, de quién reproducimos su presentación en esa oportunidad.
Textual:
Es
una verdadera celebración estar hoy, en la Feria del Libro de Tandil,
presentando el libro de un Compañero, que viene recorriendo ciudades y
provincias de nuestro país con su “Perón en campaña”, llevando su investigación
y reflexiones a centros culturales, sedes partidarias, unidades básicas, y hoy,
acá, en casa, en su ciudad, nuestra ciudad. Es un honor, además, compartir esta
mesa con el autor, con Nacho Lacovara y con Agustín Rossi.
Rubén
ha escrito, con una pluma ágil y amena, una historia sobre un momento muy
particular: los meses de campaña previos al triunfo electoral de Perón, hecho que
marcaría un antes y un después en la vida de nuestro país y de nuestro pueblo. “Perón
en campaña” es la excusa ideal que invita al encuentro, al intercambio de
ideas, a la discusión, a pensar y pensarnos como movimiento y como militantes
del campo nacional y popular. Ese encuentro que tanto necesitamos y que hemos
estado demandando compañeras y compañeros en estos tiempos de post pandemia.
Un
libro de historia que visita o revisita los momentos fundacionales del
Peronismo. Una visita realizada, como siempre que se hace historia, desde las
inquietudes, las preguntas, las preocupaciones del presente, porque el pasado
se interpela a través del tamiz del presente. Rubén va articulando e hilvanando
en estas páginas distintas variables en la trayectoria de la construcción
política que llevó a Perón a la presidencia en 1946 e inauguró uno de los
períodos más prósperos de la historia Argentina. Pero no se queda anclado en la
coyuntura, sino que inserta esos momentos fundacionales en la mediana duración,
desde la generación de 1880, que encarnó la construcción de una nación que se
pensaba a sí misma como homogeneizadora y aglutinadora de una realidad social y
étnica diversa y compleja, pero que, por lo mismo, fue excluyente, racista y
clasista. Así, el libro recorre las postrimerías del siglo XIX y las primeras
décadas del XX, pasando por la experiencia de Yrigoyen, las pujas por la
democratización de la vida política del país y las luchas por los derechos de
las mayorías.
Como
todos los buenos libros de historia, “Perón en campaña” nos conduce por distintas
lecturas posibles. La primera vez que lo leí, hace dos o tres meses, en el contexto
de los inicios de la guerra entre Rusia y Ucrania, llamó mi atención el tema de
las relaciones internacionales de la primera mitad del siglo XX, los avatares
de un mundo convulsionado por las guerras mundiales y las reflexiones acerca de
lo que significó para nuestro país la irrupción del Peronismo en aquel contexto.
Cuando retomé la lectura, pensando en esta presentación, sentí como urgente y
necesario resaltar otras aristas del libro. Hoy quiero hacer énfasis en la manera
en que Rubén va analizando el proceso de construcción del poder, y la gestación
de los símbolos y los signos que van a nutrir al Peronismo y a su mística, esos
símbolos y signos que van a hacer que nos reconozcamos, que nos van a dar
identidad: los dedos en V, el compañero / compañera, el bombo, los cantos, la
camisa arremangada, la denominación “primer trabajador”, la expresión “un día
peronista”. Todos esos símbolos de la cotidianeidad y de la identidad que van a
pervivir y a transmitirse, contra viento y marea, a través de las generaciones
de peronistas. Rubén va contando en detalle cómo surge cada uno de estos
símbolos sin descuidar el contexto de ese movimiento, que estaba gestando un nuevo proyecto para el
país y para la nación.
Considero
que es fundamental resaltar esos aspectos del libro, porque el tema de la construcción
política es una preocupación y una ocupación del campo nacional y popular, en
esta coyuntura y de cara a nuestro futuro. Al mismo tiempo, el análisis de esta
construcción involucra otra cuestión fundamental que Perón comprendió en toda
su dimensión: la importancia de la comunicación. En ese sentido, incorporó dos
instrumentos que fueron medulares en su estrategia de campaña, para llevar su
palabra, sus acciones, su presencia a todos los rincones: la radio en tanto herramienta
de comunicación masiva y el tren como medio de transporte que le permitió
recorrer el país y estar cerca del pueblo.
El
libro está atravesado por el tema del cambio cultural que representó el
Peronismo, es decir, la construcción de un nuevo imaginario colectivo que nos
acompaña hasta hoy, y cuya potencia transformadora fue tan profunda que generó
el antiperonismo, que aún permea a parte de nuestra sociedad y que se ha
manifestado con distintos grados de virulencia a lo largo del tiempo.
Y
aquí podemos volver a la cuestión de la historia que comentábamos al principio,
porque el neoliberalismo, que intenta impregnar cada arista de la vida
política, económica, social, y cultural de nuestro país y de nuestro
continente, postula que la historia no sirve para nada, que el pasado es un
lastre y que hay que mirar solo para adelante, sin voltear a pensar y a tratar
de entender qué pasó en los tiempos que nos preceden, y cómo y por qué llegamos
hasta acá. Sin embargo, los profetas vernáculos del neoliberalismo, hablaron
durante los festejos del Bicentenario en 2016, de la angustia de nuestros
próceres ante la independencia de España y exclamaron “Querido Rey”; o invitaron al país al presidente de Estados
Unidos, Barack Obama, el 24 de marzo cuando se conmemora el Día Nacional de la
Memoria por la Verdad y la Justicia, a pesar del papel que cumplieron los
gobiernos estadounidenses en los procesos dictatoriales y represivos que
sufrieron Argentina y la región. Al mismo tiempo, nos quieren convencer de que
todos los males del país tienen que ver con 70 años de gobiernos peronistas.
¿Cómo hacen sus cuentas? En rigor de verdad, en 2025, se van a cumplir 70 años,
si, pero del bombardeo criminal a Plaza de Mayo, hecho invisibilizado y ausente en los libros, en los manuales
escolares, en las aulas, en las conmemoraciones estatales, en los discursos y en
gran parte de la memoria colectiva. El bombardeo de junio y la mal llamada
Revolución Libertadora, que tuvo lugar pocos meses después, tuvieron los
objetos de desperonizar el país y borrar de cuajo todo indicio, toda huella de
nuestro movimiento. Entonces, ¿la historia es importante, o no?
Por
todo esto, celebramos la presentación del libro que hoy nos convoca. Porque nos
han torturado, exiliado, fusilado, desaparecido. Porque nos han invisibilizado,
prohibido y proscripto. Porque nos han intentado acallar, pero acá estamos,
seguimos escribiendo la historia / nuestra historia, y seguimos haciendo historia. Es importante
que este libro lo lean las y los jóvenes, para que conozcan los momentos
fundacionales de nuestro movimiento, esos tiempos en los que se sentaron las
bases de la doctrina y de los ideales que ellas y ellos aún promulgan y
militan. Es también una invitación a volver a leer a Perón.
Hace
unos días, mi hija me comentó que muchos de sus amigos y amigas de la escuela
piensan en irse del país. Y ella les contó que había leído algunas páginas de un
libro que está en la biblioteca de casa, que dice cómo hay que hacer para tener
un país en el que valga la pena vivir. Ese libro es La Comunidad Organizada. Por eso hay que invitar a los jóvenes a
leer a Perón y a leer nuestra historia. Porque conocer nuestra historia,
escribirla, pensarla, debatirla es un acto de esperanza y de resistencia. Y hoy
es, justamente, 17 de agosto, día en que conmemoramos al general San Martín, y también
nos convocamos a reflexionar sobre el Peronismo, refrendamos nuestro compromiso
en la lucha y la militancia por una patria justa, libre y soberana, y por los
principios de Justicia Social, Independencia Económica y Soberanía Política.
Felicitaciones
Compañero Rubén! Gracias por tu libro!